La siguiente fase es poder instalar este modelo de abordaje en la práctica clínica diaria .
Realizamos un trabajo de actualización en donde se presentaron diversas investigaciones de alta calidad científica que muestran la presencia de problemas gastrointestinales, así como también otros problemas médicos, concomitantes al diagnóstico en los sujetos con trastorno del espectro autista (TEA). Se pretende dejar en evidencia que con un abordaje y tratamiento interdisciplinario se mejora la calidad de vida de las personas que lo padecen.
Poder resumirlo en unas pocas palabras no es una tarea sencilla. En líneas generales, podemos decir que el intestino es el encargado de regular procesos hormonales, inmunológicos, absorber nutrientes y otras funciones. Las deficiencias enzimáticas, la permeabilidad intestinal, la presencia de parásitos, la existencia de alergias, intolerancias o sensibilidad a proteínas dietarías -como gluten y caseína- o hidratos de carbono, forman parte del cuadro de problemas médicos concomitantes al diagnóstico de TEA y sus efectos. Efectos que pueden ser manifestados con conductas específicas.
Hoy sabemos que el 91% de los niños con TEA tienen también problemas gastrointestinales y eso puede conllevar manifestaciones en la parte nutricional, endocrinológica y metabólica, entre otras.
El artículo deja en evidencia la presencia de problemas médicos en los sujetos con TEA. Se expusieron los problemas gastrointestinales, nutricionales, endocrinológicos y de microbiota.
Haciendo hincapié en algunos de los resultados encontrados, la prevalencia alcanza a más del 91% en el caso de los problemas gastrointestinales, hasta el 89% para los nutricionales y metabólicos, más del 50% de disfunción tiroidea y hasta el 100% para los relacionados con la microbiota.
El articulo muestra la importancia de brindar información actualizada para los modelos de abordaje en pacientes con TEA, expone la presencia de diversos problemas médicos concomitantes a su diagnóstico, la necesidad e importancia de poder diagnosticarlos y así poder tratarlos y genera cambios positivos en el paciente y por supuesto en la familia que acompaña.
En otras palabras, un paciente con TEA no verbal podría tener también por ejemplo una gastritis crónica, cefaleas, o estar constipado. Por lo tanto dichas problemáticas deben ser diagnosticadas y tratadas en pos de mejorar la calidad de vida del paciente.
El tratamiento propuesto es para los problemas médicos concomitantes al diagnóstico del TEA. Si hay una intolerancia alimentaria, el tratamiento es específico para dicha intolerancia, si hay presencia de parásitos, el tratamiento es específico para esa problemática. La siguiente fase es poder instalar este modelo de abordaje en la práctica clínica diaria y contar con herramientas específicas para poder realizar su detección precoz.
Por supuesto, el doctor Nicolás Loyacono, médico presidente de SANyTA (Sociedad Argentina de Neurodesarollo y Trastornos Asociados). La doctora María Daniela Gerbi, pediatra, el doctor Luis Marcelo Martínez, genetista. La doctora en química María Luján Ferreira, asesora científica, el doctor profesor Roberto Lermoli y yo misma, licenciada en nutrición.
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