Un estudio de aleatorización mendeliana publicado en Nature comprobó que el efecto adverso es similar para el colesterol LDL y el HDL.
Un estudio de aleatorización mendeliana comprobó que el efecto adverso es similar para el colesterol LDL y el HDL
Océano Medicina
Una investigación publicada en Nature ofreció nuevas luces sobre los factores de riesgo para la aparición del cáncer de mama. Aunque los estudios observacionales habían adelantado asociaciones entre los lípidos circulantes en la sangre y la posibilidad de padecer esta patología, no ha sido sino hasta ahora cuando un proyecto ha revelado con una muestra significativa la relación entre esta variedad del cáncer y el colesterol aumentado en laboratorio, en cualquiera de sus dos variedades (LDL o HDL).
El estudio fue elaborado por científicos de la Universidad de Dalarna, en Suecia, mediante una metodología de aleatorización mendeliana aplicada a dos muestras de más de 400 mil participantes.
Según Nature, “el colesterol LDL aumentado genéticamente se asocia con un mayor riesgo de cáncer de mama (2%) y cáncer de mama positivo para el receptor de estrógeno (ER) (0,4%)”. Además, el estudio reveló que “el colesterol HDL genéticamente aumentado se asocia con un mayor riesgo de cáncer de mama ER-positivo (3,7%)”.
La investigación también realizó mediciones a los efectos de las distintas variables vinculadas con el aumento del colesterol HDL en el gen que codifica el objetivo de los inhibidores de la CETP. Los autores del ensayo hallaron que estos “se asocian con un mayor riesgo de cáncer de mama y ER-cáncer de mama positivo”. Mientras que, en contraste, aquellas variables orientadas a reducir el colesterol LDL “que imitan a los inhibidores de PCSK9 están asociadas con un menor riesgo (1,4%)”.
En este sentido, los investigadores aseguran que estos hallazgos tienen implicaciones para la prevención del cáncer de mama y los ensayos clínicos vinculados con la detección y el tratamiento de esta patología.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “cada año se producen 1,38 millones de nuevos casos y 458 mil muertes por cáncer de mama“. Esta variedad es, de lejos, el cáncer más frecuente en las mujeres y tiene una con una incidencia promedio 1 de cada 8 mujeres en Estados Unidos.
Según la OMS, “los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad. Cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas. En cambio, cuando se detecta tardíamente es raro que se pueda ofrecer un tratamiento curativo. En tales casos son necesarios cuidados paliativos para mitigar el sufrimiento del paciente y sus familiares”.
Referencias:
1- A Mendelian randomization study of the effects of blood lipids on breast cancer risk. Nature, 2018.
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