Científicos mexicanos iniciaron este año la operación de la primera Clínica de Investigación en Hemodiálisis, en Ciudad de México, que cuenta con innovaciones médicas que, hasta ahora, no habían sido aplicadas en el campo. La búsqueda, que apunta a mejorar la calidad de vida y sobrevida de los pacientes, así como acercar al profesional a nuevas terapias para la atención de insuficiencias renales, está enfocada en mejoras en la realización de hemodiafiltraciones, una terapia que fusiona la hemodiálisis y la hemofiltración.

Según informa el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), si bien “la hemodiafiltración ya se aplica en algunos países de Europa, la clínica sumará técnicas basadas en investigaciones del doctor Miguel Cadena Méndez, profesor investigador adscrito al Centro Nacional de Investigación en Imagenología e Instrumentación Médica (CI3M) —que se han publicado en revistas especializadas desde 2007, pero no han llegado a la práctica médica—, en ellas se incluyen innovaciones que se gestaron en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez (INCICH)”.

El nuevo proceso pretende personalizar el tratamiento de acuerdo con las necesidades de cada paciente a partir de datos tratados por inteligencia artificial que permite analizar el historial clínico de cada uno. Además, los investigadores implementan el uso de un monitor que realiza la medición de indicadores fisiológicos del sistema nervioso autónomo, el sistema metabólico y los cambios en la composición hídrica.

En términos de tratamiento, se promueve la práctica de técnicas menos invasivas como el ejercicio aeróbico o el apoyo nutricional en los pacientes, así como el control de temperatura del líquido dializante, factores todos que fueron documentados en las investigaciones del doctor Cadena Méndez.

“Buscamos un tratamiento menos agresivo, queremos que los pacientes realicen ejercicio para que puedan eliminar más cantidad de líquidos y toxinas en el menor tiempo posible, evitando la hipotensión intradialítica. Los pacientes estarán cautivos mejorando su desempeño cardiovascular todo el tiempo. Queremos que se sientan como si estuvieran en un club deportivo, donde hacen spinning. Además, les daremos una dieta hiperproteica e hipercalórica acorde con la actividad física y con el reto fisiológico de la hemodiafiltración para que el proceso logre reproducibilidad”, explicó a la web del Conacyt  Joaquín Azpiroz Leehan, ingeniero biomédico y director de la Clínica de Investigación.

En la hemodiafiltración se utilizan grandes cantidades de líquido de sustitución con el fin de que las toxinas y los solutos puedan ser eliminados por el paciente. En este caso, se introducen aproximadamente 20 litros de agua ultrapura directamente a la sangre, para generar mayor flujo y promover el efecto de diálisis. Esto favorece, por ejemplo, que el paciente pueda depurar toxinas urémicas de gran peso molecular y alta toxicidad, que difícilmente son resueltas con la diálisis común.

“Los beneficios esperados del proceso es reducir hasta 35 por ciento los gastos directos e indirectos de los tratamientos, “además de incrementar el control de calidad para disminuir de 20%la tasa actual de letalidad de las clínicas a solo 5%. Todo para duplicar la calidad de vida y sobrevida de los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal”, explicó al Conacyt Miguel Cadena Méndez, asesor de investigación y desarrollo de la clínica.

De acuerdo con lo indicado a la agencia por el nefrólogo Ángel Fonseca, “a nivel mundial, la mortalidad de enfermos renales que se someten a un tratamiento con hemodiálisis convencional representa el 23%, mientras que con la hemodiafiltración este porcentaje desciende a 17%. La meta del proceso innovador es lograr tasas de letalidad del orden de cinco por ciento”.

El reto de la Clínica de Investigación en Hemodiálisis será demostrar este año la eficiencia de estas técnicas y promover su masificación en México y en el resto de los países de la región.

Fuente: Conacyt

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