El Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva directriz sobre políticas para proteger a los niños del impacto nocivo de la comercialización de alimentos.
En este documento, la OMS recomienda la implementación de políticas obligatorias integrales para proteger a los niños de todas las edades de la comercialización de alimentos y bebidas no alcohólicas con alto contenido de ácidos grasos saturados, ácidos grasos trans, azúcares libres y/o sal.
A 13 años de las primeras recomendaciones de la OMS sobre la comercialización de alimentos y bebidas no alcohólicas dirigida a la infancia, este sector continúa expuesto a una poderosa comercialización de alimentos y bebidas no alcohólicas, cuyo consumo está asociado con efectos negativos para la salud.
La recomendación actualizada se basa en los hallazgos de revisiones de evidencia reciente, incluida la forma en que la exposición y el poder de la comercialización de alimentos afecta la salud de los niños, los comportamientos alimentarios y las actitudes y creencias relacionadas con los alimentos.
Para la OMS, “la comercialización de alimentos sigue siendo una amenaza para la salud pública y continúa afectando negativamente las elecciones de alimentos de los niños, las elecciones previstas y su ingesta dietética. También influye negativamente en el desarrollo de las normas de los niños sobre el consumo de alimentos”.
Por ello, ahora pide a los gobiernos que esta regulación sea obligatoria, mientras que antes permitía una mayor variedad de enfoques. “La comercialización agresiva y generalizada de alimentos y bebidas con alto contenido en grasas, azúcares y sal dirigida a los niños es responsable de las elecciones dietéticas poco saludables“, afirmó el doctor Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS.
“Los llamamientos a unas prácticas de comercialización responsables no han tenido un impacto significativo. Los gobiernos deberían establecer normativas firmes y exhaustivas”, añadió.
La OMS recomienda también “restringir el poder de persuasión de la publicidad de alimentos”, lo que implica limitar el uso de dibujos animados o técnicas que atraigan a los niños, como la inclusión de juguetes con los productos, la publicidad con canciones y el respaldo de famosos.
Otro cambio en la nueva directriz es el uso de la definición de “niño” de la Convención sobre los Derechos del Niño, para dejar claro que las políticas deben proteger a todos los menores. Además, aboga por que los países utilicen un modelo de perfil nutricional cuyo desarrollo sea dirigido por los gobiernos.
De acuerdo con el documento “Regulación de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a niños, niñas y adolescentes”, publicado por la Unicef, México ya cuenta con un etiquetado nutrimental frontal para brindar información clara y veraz a los consumidores, entre los que se encuentran niños, niñas y adolescentes. Y, de esta forma, ayudarles a realizar elecciones alimentarias saludables. “Sin embargo, este grupo sigue expuesto constantemente a estrategias de publicidad que promocionan productos alimenticios no saludables”.
México es uno de los países con mayores cifras de sobrepeso y obesidad infantil, ya que cerca del 40% de las niñas y niños en edad escolar y el 43.8% de los adolescentes padecen de esta condición.
Los niveles de sobrepeso y obesidad en la niñez mexicana se deben a una alimentación inadecuada en términos, sobre todo, de calidad.
Con base en información de las últimas Encuestas de Salud y Nutrición, se sabe que en México la alimentación de las niñas, niños y adolescentes se caracteriza por un consumo insuficiente de verduras, frutas y leguminosas. Además, un consumo excesivo de alimentos ultraprocesados no saludables como bebidas endulzadas, botanas, dulces, postres y cereales dulces.
En este contexto, las autoridades de salud están llevando a cabo una ardua batalla jurídica y de difusión del etiquetado frontal ante la resistencia de la industria que produce este tipo de alimentos.
De acuerdo con el monitoreo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), 1 de cada 2 personas adultas mexicanas y 40% de los adolescentes reportan una disminución en sus compras de productos no saludables gracias al etiquetado frontal.
La empresa Kellogg’s, por ejemplo, ha demandado al gobierno mexicano por la política de etiquetado y está intensificando su publicidad para mantener vivos a sus personajes Tigre Toño y Sam el Tucán. Toño seleccionó una lista de reproducción de Spotify, protagonizó un comercial junto a un famoso locutor de fútbol mexicano e incluso ha visto sus imágenes iluminadas en el cielo por drones, en un espectáculo de luces por encima de la Ciudad de México.
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80 horashttps://news.un.org/es/story/2023/07/1522462
https://www.unicef.org/mexico/media/6581/file/Nota%20t%C3%A9cnica%20publicidad%20dirigida%20a%20ni%C3%B1as,%20ni%C3%B1os%20y%20adolescentes.pdf
https://poplab.mx/v2/story/Infancias-desprotegidas-frente-al-agresivo-mercadeo-de-alimentos-chatarra
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