Dos vacunas contra la viruela, aprobadas por la FDA, prometen detener el avance de la viruela símica: Jynneos y ACAM2000. Cuáles son las características de estas inmunizaciones y qué población debería aplicárselas.
En las últimas semanas, los casos de viruela símica han aumentado en toda Latinoamérica. En Argentina, por ejemplo, crecieron un 20% con respecto al mes anterior. En tanto, en la ciudad colombiana de Bogotá ya es considerada endémica, con más de 1.200 casos. Frente a este panorama, dos vacunas contra la viruela, aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), prometen detener el avance de esta afección: Jynneos y ACAM2000.
Estas inmunizaciones ya están siendo aplicadas en el país anglosajón. Los expertos consideran que resultan más eficaces si se administran antes o poco después de la exposición al orthopoxvirus, el virus que provoca la viruela símica. En este breve artículo se describirán las características de estas vacunas y se detallará quiénes son sus principales destinatarios.
Los criterios exactos para saber quién debe vacunarse contra la viruela símica dependen de la ciudad o el Estado en el que se viva y de lo extendido que esté el brote allí.
Según los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), una persona cumple los criterios para recibir la vacuna contra la viruela del mono si:
El medio de comunicación CNET expresa que Estados Unidos tiene dos vacunas en su reserva nacional que funcionan contra la viruela del mono. Jynneos se administra actualmente a las personas antes o después de una exposición, ya que es segura para la mayoría de las personas.
Esta inmunización, de dos dosis, es fabricada por el laboratorio Bavarian Nordic. Cada dosis debe ser administrada con unas cuatro semanas de diferencia.
Se trata de una vacuna de nueva generación, que utiliza un virus debilitado y está aprobada para adultos de 18 años o más que tienen un alto riesgo de contraer viruela.
Los efectos secundarios de Jynneos suelen ser los típicos de este tipo de inmunización: dolor de cabeza, escalofríos y fatiga. También puede haber dolor e hinchazón alrededor del lugar de la inyección. Se están reportando casos de personas que presentaron pequeños bultos en la zona donde recibieron la vacuna.
Por su parte, ACAM2000 es una vacuna de segunda generación contra la viruela, que también funciona contra la viruela símica. De acuerdo con los CDC, ACAM2000 es un derivado de Dryvax, que ayudó a erradicar la viruela.
La vacuna ACAM2000 contiene el virus de la viruela vivo, por lo tanto puede no resultar adecuada para algunas poblaciones como, por ejemplo, pacientes inmunodeprimidos, o con enfermedades del corazón o de la piel y embarazadas.
Tanto ACAM2000 como Jynneos se administran a través de una inyección intradérmica. Este método consiste en introducir, a través de una aguja, pequeñas cantidades de fármaco en las capas de piel. Esto contrasta con una inyección subcutánea, donde éste se introduce debajo de las capas de la piel.
Se pueden elegir diferentes áreas del cuerpo como los lugares de inyección más apropiados. Y en general, los pacientes pueden tener experiencias ligeramente diferentes con estas inyecciones. Pueden presentar una infección localizada y, posteriormente, una respuesta inmunitaria.
¿Por qué ambas vacunas se aplican con ese método?
Las inyecciones intradérmicas, llamadas “dosis de ahorro”, no son nuevas en la atención sanitaria. El motivo de su elección es que requieren una dosis mucho menor que la que se administra por vía subcutánea. Pero la inclinación de las autoridades sanitarias estadounidenses por este método no obedece solamente a su mayor eficacia, sino también a la escasez de la vacuna Jynneos. Si bien voceros públicos expresaron que existe una reserva nacional de vacunas que funcionan contra la viruela del símica, lo cierto es que hacerlas llegar a los estados y a las personas que las necesitan tuvo sus contratiempos.
En este marco, los profesionales de la salud confían en que el nuevo método de vacunación intradérmica, dará una respuesta inmunitaria similar a la del método tradicional. Sin embargo, sigue siendo necesario aplicar dos dosis, con un intervalo de unos 28 días. Por eso, en ciudades como San Francisco y Nueva York, que representan una gran parte de los casos de viruela símica, se establecieron políticas de prioridad de una dosis para la vacuna, lo que podría retrasar la segunda dosis.
La viruela se declaró eliminada del mundo en el año 1980. En Estados Unidos se dejó de vacunar contra ella en 1972, aunque algunos trabajadores sanitarios o personas que trabajan en laboratorios pueden haberse vacunado. Históricamente, según los CDC, las vacunas contra la viruela tenían una eficacia del 95% contra la infección y protegían durante unos tres o cinco años, y después la protección empezaba a disminuir.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que es posible que las personas nacidas antes de principios de los años 70, y que se vacunaron contra la viruela, tengan cierta inmunidad cruzada contra la símica. Pero hay “poca inmunidad” para las personas más jóvenes que viven en países no endémicos, porque no han estado expuestas a un virus similar.
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