La solicitud y administración de alternativas terapéuticas basadas en productos naturales es cada vez más utilizada para la prevención, atención y recuperación de dolencias y patologías, así como para acompañar tratamientos farmacológicos de medicina clásica que le hayan sido prescritos al paciente.

La Homeopatía es un sistema terapéutico que persigue la expresión del cuerpo vital de la persona, con métodos que distinguen al individuo como centro y que se basan la similitud. Este método se utiliza en 80 países del mundo con especial incidencia en Europa.

Similitud

La terapia con homeopatía se caracteriza por el empleo de preparados altamente diluidos que pretenden crear los mismos síntomas que sufre el paciente. La selección de los componentes es realizada a través del “fenómeno de la similutud”, según el cual “lo similar se cura con lo similar”.

De esta manera, la concepción farmacológica que se tiene desde esta perspectiva apunta a crear los mismos síntomas que sufre el paciente con una finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, aliviar o curar las enfermedades.

El fundamento de esta técnica resultó de las investigaciones realizadas en el S XVIII por el doctor Samuel Hahnemann, quien fundó las bases del método terapéutico que ya había sido avizorado por Hipócrates.

Así, el “fenómeno de la similitud” se sostiene en la administración de dosis débiles o infinitesimales de componentes naturales que podrían asociarse con los síntomas de la patología, para de esta manera contrarrestarla a partir del fortalecimiento del organismo.

Esta técnica requiere, pues, del necesario conocimiento en cuanto a metodologías y componentes recomendados para cada patología.

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