La diabetes es una enfermedad que afecta a unos 3 millones de argentinos. De esa cantidad, los paciente insulinodependientes son aproximadamente 250 mil. Para asegurar el suministro de insulina, el país gasta anualmente más de 10 mil millones de pesos, importando el tratamiento desde Europa y Estados Unidos.

La empresa de biotecnología Denver Farma, ubicada en el Centro Industrial Garín de la provincia de Buenos Aires, inauguró la primera planta de producción de insulina humana recombinante y análogos
Hace 20 años, con el apoyo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la empresa privada, la compañía nacional comenzó la investigación científica, y hace una década comercializa la insulina humana recombinante, pero con un activo farmacéutico (API) proveniente del exterior. Esta planta, única en Sudamérica, sustituirá la importación de la materia prima.

Denver Farma pasará entonces a producir localmente insulina humana recombinante, Densulin, y podría colocarla en el mercado en 2018. Además, desarrollará insulina bioequivalente: Densulent.

La planta requirió de una inversión de 12 millones de dólares, tiene una superficie de 700 m2 y se encuentra equipada con tecnología de última generación. Tendrá capacidad productiva para 20 mil litros mensuales, cantidad suficiente para abastecer el mercado argentino y cubrir la demanda de otros países de la región.

“Resulta un desafío, una responsabilidad y un orgullo poder sumarse desde Denver Farma al desarrollo y la producción de insulina humana mediante biotecnología de última generación y trabajo genuinamente argentino, junto con las compañías que investigan y producen mejoras hacia las opciones terapéuticas para enfrentar este acuciante problema sanitario”, comentó a los medios el director técnico de Denver Farma, José Luis Tombazzi, durante la inauguración del complejo.

Actualmente, Denver Farma produce más de 90 especialidades medicinales, las cuales exporta a países de la región como Perú, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Guatemala, y tiene presencia al otro lado del mapa en naciones como Líbano, Egipto, Bielorrusia y Azerbaiyán.

En el mundo, alrededor de 422 millones de personas sufren diabetes, lo que incluye los tipos 1 y 2 y la diabetes gestacional. Para la Organización Mundial de la Salud, el pronóstico de vida del paciente con diabetes mejora con un diagnóstico y una intervención precoces.

La mayoría de las muertes por esta enfermedad (una de las principales causas de mortalidad en el mundo) ocurren en países de ingresos bajos y medios, en donde el acceso a medicamentos (incluida la insulina, necesaria para sobrevivir) y tecnologías esenciales es limitado.

Según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.