¿Sangre artificial? Un nuevo enfoque permitió a los investigadores convertir células madre en glóbulos rojos de forma indefinida
Una unidad con sangre contiene alrededor de un billón de glóbulos rojos, mientras que la técnica existente para producir sangre en el laboratorio puede generar apenas 50 mil eritrocitos. Hasta ahora.
Científicos de la Universidad de Bristol y el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, cambiaron el enfoque: en lugar de utilizar células madre adultas para convertirlas en glóbulos rojos, a partir de un donante de sangre, como era habitual, convirtieron células madre adultas en un linaje de células madre “inmortales”, denominándolas células BEL-A (Bristol Erythroid Line Adult, por sus siglas inglés), logrando producir cantidades ilimitadas de sangre artificial.
En el estudio publicado por la revista Nature Communications explican la novedosa metodología aplicada: los investigadores “capturaron” las células madre en una fase temprana en donde son capaces de reproducirse indefinidamente y sin morir. Justo en esa etapa, son convertidas en glóbulos rojos. Hasta ahora, la técnica conocida permite tomar un tipo de célula madre a la que se le obliga a fabricar eritrocitos en el laboratorio tal cual lo hace en el cuerpo humano. Sin embargo, después de producir 50 mil eritrocitos, muere.
“En todo el mundo existe la necesidad de un producto alternativo de glóbulos rojos. La sangre cultivada tiene ventajas sobre la sangre donada, como lo es un menor riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas”, comentó la autora principal del estudio, Dra. en bioquímica Jan Frayne, en un comunicado de prensa disponible en el sitio oficial de la Universidad de Bristol.
El estudio es enfático al afirmar que con este proyecto no se busca sustituir la donación de sangre tradicional, pues la sangre artificial es sumamente costosa. La intención es respaldar, a mediano plazo y de forma masiva, las acciones de donación con el aumento significativo de la cantidad de sangre disponible para pacientes de todo el mundo y proporcionar, así, tratamiento especializado a aquellos que tengan tipos de sangre poco común o enfermedades hematológicas complejas (como la anemia falciforme o la talasemia que requieren de múltiples transfusiones de sangre).
De hecho, para conmemorar el Día Mundial del Donante de Sangre, el 14 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la campaña “¿Qué puedes hacer? Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo” para dar a conocer la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos inocuos durante las emergencias.
Los donantes de sangre voluntarios siguen siendo para la OMS la principal fuente de suministro de sangre. Esta conclusión toma como base un dato de 2012, cuando 73 países informaron a las Naciones Unidas de la recogida que más de 90% de su suministro de sangre ocurrió gracias a esta práctica no remunerada, mientras que en otros 60 países la acción reunió el 100% del suministro. En 72 naciones, sin embargo, la cantidad de sangre procedente de donantes voluntarios no remunerados sigue siendo inferior al 50%.
Otros datos que la OMS destaca son:
• Cada año se recogen en el mundo unos 108 millones de unidades de sangre. Aproximadamente un 50% de esas donaciones corresponden a los países de ingresos bajos y medios, que, sin embargo, representan el 80% de la población del planeta. La tasa media de donaciones de sangre es unas 9 veces mayor en los países de ingresos altos que en los de ingresos bajos y medios.
• Las extracciones en los centros de sangre varían en función de los ingresos de los países. Un total de 83 unidades de sangre donada se recoge en unos 10000 centros repartidos por 168 países. La media de donaciones anuales por centro es de 15 000 en los países de ingresos altos, 3100 en los de ingresos medios y bajos.
• La sangre donada debe analizarse siempre. Antes de su transfusión, la sangre donada debe ser sometida siempre a pruebas de detección del VIH, las hepatitis B y C y la sífilis. Sin embargo, en 25 países no toda la sangre donada es sometida a análisis de una o más de estas infecciones. Las pruebas no son fiables en muchos países por falta de personal, irregularidad del suministro y mala calidad de los kits, o falta de servicios básicos de laboratorio.
• Una sola unidad de sangre puede beneficiar a varios pacientes. La separación de los diferentes componentes de la sangre permite que una sola unidad de sangre beneficie a varios pacientes, proporcionando a cada uno de ellos únicamente el componente que necesita. En los países de ingresos altos se fracciona aproximadamente un 95% de la totalidad de la sangre recogida, frente a un 80% en los países de ingresos medios y a un 45% en los de ingresos bajos.
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